viernes, 20 de marzo de 2020

Perú

Oasis de Huacachina.

Cerca de la costa sur de Perú, y a tan sólo 5 kilómetros de la ciudad de Ica.


Huacachina es un oasis desértico y una pequeña villa justo al oeste de la ciudad de Ica, en el suroeste de Perú. En su centro están las aguas  esmeralda  de la laguna de Huacachina, la cual se cree que tiene propiedades terapéuticas y está rodeada de palmas. Las orillas de la laguna tienen bares y clubes. Los buggies recorren las altas dunas onduladas que rodean la villa.Una de las mayores atracciones del oasis de Huacachina, el sandboarding, no surge del agua sino del desierto. Tráete tu tabla al hombro y prepárate para descender las dunas a toda velocidad.


la gastronomía de la región como la carapulcra: papa seca sancochada y guisada con carne de cerdo y gallina, ají panca, ajos y otras especias; las tejas: dulce tradicional de la región hecho con limón seco y relleno de higos o pecanas, manjar blanco y con una cobertura de caramelo de azúcar; acompañado siempre con el tradicional pisco y sus más comunes preparaciones: chilcano, pisco sour o capitán; también le servirá para vivir un viaje especial, donde las emociones son lo que siempre guardará en su corazón.

Hay momento de completa plenitud. Lugares, tiempos, espacios que se unen para formar momentos perfectos. Instantes donde no necesitamos nada más, y la profunda satisfacción, que también podríamos llamar felicidad, hace que hasta caigan algunas lágrimas, de pronto para despertarnos, y devolvernos a la realidad.Un atardecer en el desierto de la Huacachina tiene ese poder, la inmensidad, el silencio, los colores del cielo, la suavidad de la arena, respirar despacio luego de caminar por las dunas, sonreír porque llegamos a una de las partes más altas, un mirador natural de 360 grados: a un lado el oasis, al otro la inmensidad. Ese desierto del suroeste de Perú nos quita las palabras, se impone en nuestras emociones y sentimos que no necesitamos nada más.





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